A lo largo de nuestra vida damos la mano una media de 12 a 15 mil veces, según estudios realizados por diversas universidades. Alucinante, ¡verdad! Evidentemente esto va a depender de las relaciones sociales y laborales de cada persona, pero está claro que es una liturgia que forma parte de nuestro día a día.

El apretón de manos es el ritual para saludar donde dos personas se dan la mano para encontrarse, despedirse o sellar un acuerdo. Es por tanto reflejo de amistad, hospitalidad y de compartir algo.

En el ámbito laboral y en los negocios el saludo profesional por excelencia es el apretón de manos. Está demostrado que en las reuniones de negocios en las que se produce la cooperación posterior es más probable. Por tanto, hacerlo bien es estrategia para causar una primera impresión y conseguir objetivos.

¿Cómo dar un apretón de manos para impresionar?

Quizás no te lo creas, pero existe una fórmula matemática para dar un apretón de manos con personalidad. Científicos y psicólogos han estudiado cómo estrechar la mano de otra persona de forma exacta, con la fuerza y firmeza justa. Geoffrey Beattie, profesor del departamento de psicología de la Universidad de Manchester, fue muy generoso y quiso compartir su fórmula para calcular el apretón de manos perfecto.

Así que, dar el apretón de manos es una habilidad que se practica, al que no debe faltarle ni un perejil. Da mucha información sobre ti y cuidarlo te ayudará a conectar siempre, y más aún en el ámbito profesional.

A continuación, traducimos todo y te lo contamos de manera fácil y práctica. ¡Toma nota!

En primer lugar, en el saludo no puede faltar el contacto visual y la sonrisa. Que esta sea natural y abierta, y si se notan las patitas de gallo, mejor que mejor (sonrisa sincera).

En segundo lugar, busca una frase agradable con la que iniciar el saludo y adáptala a las diferentes situaciones. “Encantad@ de verte de nuevo, de conocerte, qué alegría coincidir contigo otra vez…”

En tercer lugar, cuando saludes tiende la mano firme y enérgica, para transmitir vitalidad. Ofrece la mano en posición vertical, con seguridad y confianza y evita ponerla en posición horizontal con la palma hacia abajo, para no transmitir dominio o poder.

En cuarto lugar, cuida el tacto a la hora de dar la mano. Que este sea cálido, suave y seco. Si no es así, la otra persona podrá interpretar que sientes inseguridad, miedo o cualquier otra causa.

En quinto lugar, respeta la distancia personal. Esta debe ser aproximadamente 1,5 m. Si te fijas es la suma de la distancia de tu brazo extendido y el de la otra persona. ¡Respétala, nada de invadir espacios al saludar!, salvo que quieras transmitir más cercanía por una felicitación especial.

En sexto lugar, el tiempo del contacto físico. La duración es importante para no causar malestar a la persona a la que estás saludando. Por tanto, es aconsejable en la mayoría de los casos (hay excepciones culturales) que no se prolongue más de unos 3 segundos, y no más de 3 batidas al saludar. Además, evita comprimir los dedos de la otra persona, la mano floja y gestos bruscos.

Si atiendes a estas recomendaciones evitarás los errores más frecuentes. Recuerda:

Adaptar tu saludo a la persona, cultura, edad, situación y contexto profesional. Cada apretón de manos es diferente. Cada cultura, cada país, cada región…tiene sus propias costumbres, usos y tradiciones que afectan a la forma de saludar.

– La duración del saludo, no te pases, ya sabes el tiempo aconsejado.

Decir una frase cautivadora y mostrar cordialidad.

Mostrarte conciliador/a. No impongas tu estatus.

“Persigue y proyecta tu talento sin miedo”